domingo, 28 de octubre de 2012

Que te pego, leche

La situación de la sociedad española es cada vez más crítica. Si en la última entrega de JUANJO DICE dejamos a Sánchez Gordillo y el SAT marchando sobre los campos andaluces asaltando supermercados para atender a los más necesitados, esta semana nos hemos encontrado con una acampada a la puerta de Bankia, un rodeo al Congreso, cifras de paro superiores al 25% (definitivamente España ya ha superado la barrera de cuartos) y, lo más grave, un suicidio provocado por el miedo al desahucio inminente.

Sin embargo, hay élites que todavía siguen viviendo en una especie de universo paralelo en el que la crisis económica no es sino alimento para sus maniobras, extravagancias y cagadas mentales varias.

Ahora más que nunca el dicho "Triste es pedir pero más triste es robar" cobra vida.
Y si hay alguien que ha hecho las dos cosas con el mayor descaro del mundo es él, ¿es un pájaro? ¿es un avión? No, es Superman aka José María Ruiz Mateos.


Como bien reflexionaba el comentarista Ángel Luis en el anterior artículo, muchos son ahora los que roban por necesidad y que a su ya enorme desgracia suman la de una denuncia ante la justicia, pero ¿qué pasa con los grandes ladrones, esos estafadores que entran y salen del juzgado como si de otra habitación de su casa se tratase pero que nunca llegan a estar entre rejas?

Y qué mejor ejemplo de ello que el infame empresario José María Ruiz Mateos.
Esta semana se ha conocido que los varones de su infinita prole han pedido al Opus Dei y a los Legionarios de Cristo la devolución parte de los donativos que durante estos años hicieron y que según fuentes ascenderían a 17 millones de euros.
Es bien sabido el perfil ultrarreligioso de los Ruiz Mateos, ¿pero es la fe cristiana lo único que se escondía detrás de estos donativos? Claro que no, de hecho la jugada es exactamente la misma que ejercía Domingo Díaz de Mera al frente del BM Ciudad Real y que ya desvelé en http://jjmuser.blogspot.com.es/2011/11/carta-abierta-un-presidente-conocido.html

Así es, la página número 1 del manual del estafador dice que no hay nada como financiar entidades sociales para desvíar fondos de tu empresa, reducir el margen de beneficio, y con ello, los impuestos a abonar a Hacienda.

¿Y qué pretenden hacer los sucesores de Ruiz Mateos con el dinero que ahora reivindican? Pues fundar la "Tecera Rumasa".

Y es que Rumasa es como la saga de Torrente.

Con la primera nos echamos unas risas. Después de alcanzar facturaciones multimillonarias llegó un proceso de expropiación que llenó en esa época casi tantas líneas como la vida de Lady Di, y que llevó a Ruiz Mateos al mundo de las live performances con actuaciones a cada cual más extravagante.
Así pudimos asistir a altercados con el ministro Boyer...
La creación de un patido político que logró casi tantos votos como CiU en las elecciones europeas de 1989...
O avionetas que sobrevolaban las costas españolas con el logo de la abeja...

La segunda entrega, la llamada Nueva Rumasa, nació rodeada de una gran campaña de publicidad. Tal gusto había cogido Ruiz Mateos al mundo de la farándula y el espectáculo que decidió adentrarse también en el fútbol.
Desde la conversión de los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas, las cúpulas de los equipos de fútbol se han convertido en hogar de mafiosos y maleantes y Ruiz Mateos (y señora) no podían ser menos.
El camino ya lo había mostrado Gil sénior, padre de Gilmar (http://jjmuser.blogspot.com.es/2012/01/circo-atletico-o-como-gestionar-mal-tu.html), el cual, tras el suceso de Los Ángeles de San Rafael, se refugió en la presidencia del Club Atlético de Madrid mientras preparaba su siguiente gran golpe, el asalto a Marbella.
De esta manera, mientras Teresa Rivero dormía veía fútbol en el palco del estadio rebautizado con su nombre, Ruiz Mateos y sus 13 hijos erigieron de nuevo el imperio de la abeja.

La mítica camiseta del Rayo con la abeja de Rumasa

Pero era Nueva Rumasa un gigante con pies de barro y el comienzo de la crisis en 2008 supuso un duro golpe para las empresas del grupo.
¿Qué hizo entonces Ruiz Mateos? ¿Resignarse y asumir el fracaso? No. Si buscamos en el diccionario la palabra sinvergüenza veremos a su lado una foto del ínclito empresario gaditano. Y como muestra de su ilimitada bellaquería decidió pedir dinero a posibles inversores. ¿El truco? Prometer rentabilidades del 8%.

No fueron pocos los que cayeron en la argucia de Ruiz Mateos y sólo un par de años después vieron como sus ambiciosas inversiones se fueron al garete con la entrada en concurso de acreedores de las mayores empresas del grupo.
Eso sí, al igual que sucedió con los casos de Fórum Filatélico o Afinsa, los inversores afectados, víctimas de su propia avaricia, ahora piden ayuda a papá Estado.

Cada vez estoy más convencido de la teoría de que el tiempo es cíclico y casos como este parecen corroborarlo.
Al igual que en 1993, España está sumida en la crisis, Ruiz Mateos hace tour de juzgados, sus inversores exigen venganza, y sus sucesores preparan el advenimiento de Tercera Rumasa. Una Tercera Rumasa que, al igual que Torrente 3, puede suponer el enterramiento definitivo de la dinastía.

Y detrás de todo ello, el mismo drama. Miles de trabajadores de Clesa, Dhul, Trapa, Elgorriaga, Garvey etc. en la calle y cientos de proveedores impagados. Familias enteras caídas en desgracia y que a diferencia de los Ruiz Mateos no tienen un plan B.

El lema del capitalismo "Capitalizar las ganancias, socializar las pérdidas" sigue a todo tren. Los ricos son cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres y los responsables de esta situación siguen ejerciendo de manera impune sus priviligios mientras la Justicia mira para otro lado.

¿Hasta cuándo llegará esta coyuntura?