Con un palestino y con barba,
armado con piedras y escobas,
no compra el pan sino roba,
de Hacendado es su botín.
Alcalde rojo que llaman
Juan Manuel Sánchez Gordillo
desde Marinaleda a Burguillos
siempre organiza un motín.
Los picolos en Jeep llegan
descargando el armamento
y alzan en blando movimiento
porras de caucho y goma azul.
Y va el campechano alcalde
hablando alegre en "La Noria"
Día a un lado, al otro Mercadona
y allá a su frente Carrefour.
...
Canción del alcalde-pirata
Estamos en el año 2012 después de Jesucristo. Toda Iberia está embargada por los mercados. ¿Toda? No. Una aldea poblada por irreductibles (a la par que desfasados) comunistas resiste todavía y siempre al invasor.
Dicha aldea es Marinaleda y el suceso que la pone en actualidad es la cruzada que ha iniciado su alcalde Sánchez Gordillo al frente del Sindicato Andaluz de Trabajadores.
Una cruzada cuyo objetivo es difuso y cuyas acciones más sonadas hasta ahora han sido varios saqueos a supermercados.
Trátase Sánchez Gordillo de un viejo conocido, comunista de manual tanto en ideas como en estética (a destacar pañuelo palestino, barba modelo Marx, bandera republicana y foto del Che) y que gobierna este ayuntamiento sevillano desde hace 33 años al más puro estilo Fidel.
33 años en los que sus dogmas y bases ideológicas han permanecido más inalterables que el rostro de Chuck Norris en sus películas. A estas alturas uno se pregunta quién aguantará más en el poder, si Sánchez Gordillo o el reflejo de todo lo que él combate, la Duquesa de Alba.
Porque si hay un lema comunista por el que Sánchez Gordillo tiene preferencia es el de "la tierra para el que la trabaja". En una comunidad dominada por los grandes terratenientes, Marinaleda se erige como un edén comunista (o "utopía hacia la paz" como reza su escudo) en la que sus habitantes trabajan en tierras comunales o en las vivendas mismas en que viven.
Muy bonito todo, ciertamente un proyecto alternativo al sistema en que vivimos y que parece caminar en la dirección de aumentar la brecha entre ricos y pobres como ya dijimos en http://www.jjmuser.blogspot.com.es/2012/05/piedra-papel-tijeras-ii.html
Así pues, parece inevitable sentir cierta simpatía con el movimiento del SAT.
No obstante, sus últimas acciones han adquirido un cariz violento que choca con la idea de la "utopía hacia la paz" y que trae a la palestra un nuevo debate filosófico de tintes maquiavélicos que ya he dejado entrever en artículos anteriores: ¿el fin justifica los medios?
Con el pueblo llano ahogado como no lo estaba en mucho tiempo es mucha la gente que reclama una acción directa, una acción que acabe con la dictadura del capital y el servilismo de esos títeres que se llaman políticos y que dicen representar a la ciudadanía. ¿Pero debe dicha acción transgredir la legalidad, el conjunto de normas que nos protege contra el "homo homini lupus"?
Si de algo se puede acusar a la marcha de Sánchez Gordillo y sus correligionarios es de trasnochada. Como si estuviésemos en la Antigüedad, el alcalde comunista se ha rodeado de un grupúsculo de agricultores que al más puro estilo Viriato organiza escaramuzas contra supermercados con el pretexto de "expropiar" comida para entregarla a 'lo niños pobre' (como diría la tía de Jesulín). Eso sí, no olvidan que estamos en el siglo XXI y que tan importante como hacer algo es contarlo, así que no dudan en avisar convenientemente a los medios para que graben sus acciones y hasta el propio Sánchez Gordillo relata en Twitter sus correrías revolucionarias.
¿Pero servirá todo ello para algo? ¿o es una locura que no puede tener repercusión en los tiempos que corren?
No han sido pocas las líneas que se dedicaron en este blog al 15-M, un movimiento que parecía cambiaría algo en la estructura sociopolítica de España y que año y medio después parece haberse apagado devorado por el ataque a los cimientos del Estado del Bienestar perpetrado desde el club Bilderberg y sus secuaces.
Por ello parece que lo del SAT quedará en agua de borrajas, Sánchez Gordillo seguirá instalado en su locura proletaria y Marinaleda permanecerá como muestra de un sistema obsoleto, como ese animal en peligro de extinción que vive enjaulado en un cubo de cristal por su mayor depredador, el ser humano, al tiempo que éste se regodea de lo bueno que es, que todavía le permite vivir.
Porque así es la "democracia" en que vivimos, la existencia de personajes como el alcalde comunista son usadas por el establishment para hacernos creer que verdaderamente el poder es del pueblo, que en su magnánimo liberalismo permiten que haya gente con ideas "subversivas" (socialistas, perrofalutas, bandoleros...) y hacen la vista gorda para que de vez en cuando hagan alguna tropelía.
Siempre precios bajos
Y mientras los SPB organizan "revoluciones" en su tiempo libre (del que disponen de mucho gracias a las brillantes políticas de empleo de la Rajoy y su ministra de Bubble shooter Fátima Báñez) la maquinaria capitalista sigue echando leña a la caldera que mueve el mundo. Desafortunadamente, y esto no es una metáfora, el combustible escasea y a falta de madera, buena es cualquier cosa que arda.
Porque ya se sabe, Show must go on...
Dicha aldea es Marinaleda y el suceso que la pone en actualidad es la cruzada que ha iniciado su alcalde Sánchez Gordillo al frente del Sindicato Andaluz de Trabajadores.
Una cruzada cuyo objetivo es difuso y cuyas acciones más sonadas hasta ahora han sido varios saqueos a supermercados.
Trátase Sánchez Gordillo de un viejo conocido, comunista de manual tanto en ideas como en estética (a destacar pañuelo palestino, barba modelo Marx, bandera republicana y foto del Che) y que gobierna este ayuntamiento sevillano desde hace 33 años al más puro estilo Fidel.
33 años en los que sus dogmas y bases ideológicas han permanecido más inalterables que el rostro de Chuck Norris en sus películas. A estas alturas uno se pregunta quién aguantará más en el poder, si Sánchez Gordillo o el reflejo de todo lo que él combate, la Duquesa de Alba.
Porque si hay un lema comunista por el que Sánchez Gordillo tiene preferencia es el de "la tierra para el que la trabaja". En una comunidad dominada por los grandes terratenientes, Marinaleda se erige como un edén comunista (o "utopía hacia la paz" como reza su escudo) en la que sus habitantes trabajan en tierras comunales o en las vivendas mismas en que viven.
Muy bonito todo, ciertamente un proyecto alternativo al sistema en que vivimos y que parece caminar en la dirección de aumentar la brecha entre ricos y pobres como ya dijimos en http://www.jjmuser.blogspot.com.es/2012/05/piedra-papel-tijeras-ii.html
Así pues, parece inevitable sentir cierta simpatía con el movimiento del SAT.
No obstante, sus últimas acciones han adquirido un cariz violento que choca con la idea de la "utopía hacia la paz" y que trae a la palestra un nuevo debate filosófico de tintes maquiavélicos que ya he dejado entrever en artículos anteriores: ¿el fin justifica los medios?
El único escudo municipal de España hecho por niños con témperas
Con el pueblo llano ahogado como no lo estaba en mucho tiempo es mucha la gente que reclama una acción directa, una acción que acabe con la dictadura del capital y el servilismo de esos títeres que se llaman políticos y que dicen representar a la ciudadanía. ¿Pero debe dicha acción transgredir la legalidad, el conjunto de normas que nos protege contra el "homo homini lupus"?
Si de algo se puede acusar a la marcha de Sánchez Gordillo y sus correligionarios es de trasnochada. Como si estuviésemos en la Antigüedad, el alcalde comunista se ha rodeado de un grupúsculo de agricultores que al más puro estilo Viriato organiza escaramuzas contra supermercados con el pretexto de "expropiar" comida para entregarla a 'lo niños pobre' (como diría la tía de Jesulín). Eso sí, no olvidan que estamos en el siglo XXI y que tan importante como hacer algo es contarlo, así que no dudan en avisar convenientemente a los medios para que graben sus acciones y hasta el propio Sánchez Gordillo relata en Twitter sus correrías revolucionarias.
¿Pero servirá todo ello para algo? ¿o es una locura que no puede tener repercusión en los tiempos que corren?
No han sido pocas las líneas que se dedicaron en este blog al 15-M, un movimiento que parecía cambiaría algo en la estructura sociopolítica de España y que año y medio después parece haberse apagado devorado por el ataque a los cimientos del Estado del Bienestar perpetrado desde el club Bilderberg y sus secuaces.
Por ello parece que lo del SAT quedará en agua de borrajas, Sánchez Gordillo seguirá instalado en su locura proletaria y Marinaleda permanecerá como muestra de un sistema obsoleto, como ese animal en peligro de extinción que vive enjaulado en un cubo de cristal por su mayor depredador, el ser humano, al tiempo que éste se regodea de lo bueno que es, que todavía le permite vivir.
Porque así es la "democracia" en que vivimos, la existencia de personajes como el alcalde comunista son usadas por el establishment para hacernos creer que verdaderamente el poder es del pueblo, que en su magnánimo liberalismo permiten que haya gente con ideas "subversivas" (socialistas, perrofalutas, bandoleros...) y hacen la vista gorda para que de vez en cuando hagan alguna tropelía.
Socialistas, perroflautas, bandoleros
Porque ya se sabe, Show must go on...


